El internet nos convierte a todos en poetas...
(poetas cybernéticos al ataque)
y
lo que da lugar a aquellas maravillas que uno puede encontrar en ciertos blogs, a lado de otras, que parecen transcripción de un diccionario de sinónimos y antónimos, como canción de Arjona, (respetando el libre albedrío en la web)
Debo confesar que lo que más disfruto encontrar son reflexiones claras y directas, sin adornos, palabras forzadas,o con falsas pretenciones... me declaro culpable de buscar lo simple y si viene con toques "poéticos" de humor negro, mejor...
Hey! pero esa soy solo yo...
Carente de concentración, para editar el tiempo se me esfuma rápidamente en el internet...
"En enero de 1914 se casó su hija primera Lucila - de veintinueve años - con un sobrino segundo de Doña Delia: el joven abogado tulcaneño Alberto Acosta Soberón. Entonces todos vivían en una casa del barrio de San Roque, en una casa pequeña de tres ventanas en la carrera Rocafuerte e Imbabura, muy cerca a los Moreno Espinosa"
Del libro "Las Quiteñas"
Fernando Jurado Noboa
pg.286
71 años después nací yo
y no tengo nada que ver con esta historia
ahora es momento de volver a trabajar
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